Graziel se centrará en arruinar la vida de Fátima, la directora del instituto. Por un lado, aprovechará el antiguo alcoholismo de la profesora para tratar de empujarla de nuevo al infierno de la bebida. A la vez, se dedicará a sembrar la cizaña en su matrimonio para hacer aflorar las sospechas y los resquemores en su marido. La labor demoníaca de Graziel será tan devastadora que pondrá en serio peligro la vida de la joven.
Entretanto, Iris está cansada de Damián, al que considera solo un estorbo para lograr la perdición de Valeria. Aprovechando la ausencia de Alexia, Duna le permitirá vengarse del joven demonio y su represalia será terrible. Pero antes debe viajar hasta Tailandia para realizar un encargo relacionado con un personaje insospechado: Rudy, el hermano desaparecido de Valeria.